El uso de persianas en el hogar es tan variado como las opiniones que hay sobre ellas. Para muchos es algo imprescindible que ya se ha convertido en una costumbre; para otros, no son necesarias y prefieren no tenerlas. Ante esta diversidad de opiniones, surgen varias preguntas: ¿son realmente necesarias? ¿Por qué en muchos hogares sí están presentes y en otros no? ¿Eres de los que están a favor o en contra de instalarlas?
Para aclarar estos y otros puntos, es necesario conocer más sobre su función y los beneficios que pueden aportar a tu casa. Aunque no lo creas, van más allá de proteger la mera intimidad en el hogar. Si quieres conocerlos, ¡sigue leyendo!
- Como acabamos de mencionar, una de las funciones más evidentes de las persianas es proteger la intimidad en casa. ¡Evita miradas indiscretas!
- Proteger de la luz solar. Para muchos, tener una persiana es fundamental en horas de sueño. ¡Seguro que conoces a alguien que no puede dormir si entra luz en la habitación!

- Además de evitar la entrada de luz, es un buen protector térmico. Al no dejar entrar la luz, las persianas funcionan también como un regulador térmico, que nos ayudará a mantener nuestra casa más fresca en las épocas y horas de más calor del día.
- No solo nos ayuda con el calor. En general, las persianas nos ayudarán a aislar nuestra casa de otros factores como el frío (evitan la pérdida de calor en el hogar), el viento o el ruido. Gracias a su ayuda para evitar que entre el calor o el frío exterior, influirán positivamente en nuestro ahorro energético, al funcionar como aislantes térmicos.
- Nos ayudarán también a controlar la entrada de polvo o de mosquitos dentro de casa.
- ¡Introdúcelas en la decoración de tu hogar! Existen multitud de colores y materiales que le darán un toque diferente a tu hogar. Por ejemplo, puedes optar por persianas de madera que aporten un estilo más tradicional a la estancia; de aluminio inspirar ambientes más modernos o profesionales; o de tela, más sencillas y sofisticadas.